La "Cathédrale Notre-Dame", no es la catedral más grande de Francia pero es una de las catedrales francesas de estilo gótico más antiguas y remarcables. La obra de Víctor Hugo "Notre Dame de París", que relata la historia de Quasimodo, el jorobado de NotreDame, permitió redescubrir esta bella catedral gótica.
La catedral se comenzó a construir en 1163 coincidiendo con un período de prosperidad y de creciente dominio de la ciudad, por lo que la edificación se realizó sin interrupciones a causa de problemas económicos, aunque sólo se dio por concluida a mediados del siglo XIV, 170 años mas tarde, después de muchas modificaciones e intervenciones de diferentes arquitectos y artesanos. Las turbulencias de la historia, el deterioro por el paso del tiempo y las nuevas tendencias arquitectónicas hicieron que la Catedral sufriese numerosas modificaciones y restauraciones.
Dedicada a María, Madre de Jesucristo (de ahí el nombre “Notre-Dame”, Nuestra Señora), se sitúa en 4º distrito, en la pequeña Isla de la Cité, la cual está rodeada por las aguas del río Sena y muy cerca se encuentran la Saint Chapelle y la Conciergerie. La fachada de la catedral mira hacia el Oeste y da sobre la plaza Notre Dame, donde se encuentra el punto cero desde el que se cuentan todas las distancias de Francia.
Sus dimensiones alcanzan los 130 metros de largo por 48 metros de ancho y una altura total de 69 metros. La fachada tiene tres grandes portales. El portal del “Juicio final” es el que está en el centro y el más importante, tiene esculturas representando la resurrección de los muertos. Los portales laterales están dedicados a la “Virgen María” y a “Santa Ana”, su madre. Sobre el portal central destaca el gran vitral circular la Roseta de casi 10 metros de diámetro, uno de los elementos más notorios de la fachada. Aunque hay otros vitrales más grande de 13 metros de diámetros en las fachadas norte y sur. Por encima de la roseta, una hilera de columnas y luego las dos torres con campanario completan la cara oeste.
Sin duda, este es uno de los lugares de París que no te puedes perder. Lo mejor, como bien dices, es subir y ver las vistas de la ciudad y no parar de sacar fotos, aunque ver las gárgolas de cerca impone un poco, jeje.
ResponderEliminarNotre Dame es bonita, pero para mi gusto, el Sacre Coeur no se queda atrás (es impresionante!!)
Un saludo